Jesucristo desde el principio se rodeó de unos hombres, discípulos especiales que dejaron todo por seguirle.
Los seleccionó para ayudarle en su labor.
Al marcharse les encomendó que fueran y anunciaran su doctrina a todas las naciones.
(Podía haberles dicho: "ya enviaré yo el Espíritu Santo a quien crea conveniente", pero no lo hizo así, sino: "id y predicad a todas las naciones")
Es decir, encargó a unos hombres (varones, dedicados 100% a esta labor) que hicieran de intermediarios / representantes / mensajeros suyos.
Los curas, obispos, papa, son los intermediarios con Dios. (Casi ninguno de los actuales, por lo dicho aquí).
Acabo de publicar unos libros muy interesantes sobre el cielo y el ángel de la guarda, de sacerdotes de principios del siglo XX. Tienen reseñas de los mismos en esta página de mi otra web |
Rezar el Rosario (mejor en latín) es el principal recurso que nos queda.
Estas páginas son apuntes que pueden contener errores de un servidor y se van mejorando con el tiempo y la gracia de Dios.
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