(Evidentemente, hemos de intentar ser lo más santos posible; aquí hablamos del estado mental)
"Descansar en sólo Dios", "recogimiento interior", estar sin "perder el oremus": manteniendo continuamente a Dios como el centro de nuestra vida, recordarnos en cada instante que debemos hacer Su voluntad, que debemos intentar ver todo como Él lo ve.
"El Espíritu Santo es amigo del recogimiento y de la soledad. Sólo allí habla en silencio a las almas: «la llevaré al desierto y le hablaré al corazón» (Os 2,14). El alma amiga de la disipación y del bullicio no percibirá jamás la voz de Dios en su interior. Es preciso hacer el vacío a todas las cosas creadas, retirarse a la celda del corazón para vivir allí con el divino Huésped hasta conseguir gradualmente no perder nunca la presencia en Dios aun en medio de los quehaceres más absorbentes. Cuando el alma haya hecho de su parte todo cuanto pueda por recogerse y aislarse, el Espíritu Santo hará lo demás." Teología de la perfección cristiana, p. 449. Royo Marín
Evidentemente, para evitar las ocasiones de peligro, siempre que se pueda hay que llevar la vista recogida.
Mucha gente usa los términos "estar centrado", "autocontrolado", "autoconsciente", pero frecuentemente lo hacen proponiendo el estado justo contrario al deseable:
una forma de vida sin Dios, mirando sólo los intereses personales, mantenidos continuamente en las ideas equivocadas de quienes somos y qué hacemos aquí, persiguiendo placeres y huyendo del dolor.
Acabo de publicar unos libros muy interesantes sobre el cielo y el ángel de la guarda, de sacerdotes de principios del siglo XX. Tienen reseñas de los mismos en esta página de mi otra web |
Rezar el Rosario (mejor en latín) es el principal recurso que nos queda.
Estas páginas son apuntes que pueden contener errores de un servidor y se van mejorando con el tiempo y la gracia de Dios.
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