NORMAS PARA LA PRONUNCIACIÓN ROMANA DEL LATÍN

El latín se debe pronunciar según la forma romana, evitando otras formas nacionales (por ejemplo, no pronunciar la u como en francés, aunque seamos franceses).(Ver El valor educativo de la liturgia católica, p. 68).

Debe renunciarse al sonido gutural de la j porque en latín es i, y al de la g antes de e o de i, ya que en este caso tiene pronunciación sonora; lo mismo que al sonido característico de la c antes de e o de i. En general las vocales nunca son cerradas, pero tampoco desmesuradamente abiertas.

En gu y qu, la u se pronuncia siempre; Sanguis = Sangüis; Réquiem = Réqüiem. La v se distingue de la b. — Las palabras mihi, nihil, se pronuncian: miki, nikil. — La ch es k: Christus = Kristus. La ph es f: Prophéta = Proféta. — La j, como hemos dicho, es i: Jesus = lesus. — La ll es l·l: Tollis = Tol·lis. — La gn es ñ: Agnus = Añus. — La g precedida de vocal se pronuncia dg: Agimus = Adgimus.

Seguida de e, æ, œ, i, y, la c se pronuncia tx: Cibus = Txibus; Benedícere = Benedítxere. — Las dos cc tienen este mismo sonido; Accípite = Atxípite. — La c después de s es x: Suscépit = Susxépit. — El nexo xc es kx: Excélsis = Ekxélsis.

En medio de palabra, seguida de i y de otra vocal, la t se pronuncia ts: Grátias = Grátsias; Indulgéntiam = Indulgéntsiam. Se exceptúa siempre el caso de precederla una de las consonantes s, t, x, pues entonces se pronuncia t; Mixtio = Mixtio.

En los compuestos de ex, la x delante de vocal se pronuncia g (como c) y z (sonora): Exaudíre = Egzaudíre. En los demás casos la x se pronuncia cs: Dixit = Dicsit.

Y la z se pronuncia t y z (sonora): Zacheus = Tzakéus; Scandalízat = Scandalítzat.