El enemigo es el Diablo (Satanás, Lucifer, el Demonio), y cualquiera trabajamos para él cuando mentimos, dañamos, afeamos,...
En la cúspide el Demonio, luego los innombrables, luego la masonería.
A través de ella controla el poder político, judicial, prensa, en todos (?) los países, todas las falsas religiones, y la verdadera desde 1958. Y las grandes empresas, y la banca.
Muchas organizaciones sociales están influidas más o menos por él. Y muchas fueron creadas para servir a sus fines: ecologistas, pacifistas, de derechos humanos, ONG,... Todos títeres más o menos conscientes del Demonio. Incluso las que teóricamente deberían no estarlo: cofradías, organizaciones "ultra-católicas", "ultras" de derechas,...
El secreto y la mentira: todo lo citado antes se disfraza con "buenas acciones" para que no sean evidentes sus intenciones (engaña).
Los hay que saben en qué ejército están y los hay que no. Entre éstos, los hay que cobran por ello y los que luchan gratis ("tontos útiles").
Todos somos (más o menos) "tontos útiles"
Tanto en cuanto hacemos cosas que le favorecen. Y como perfectamente santos no somos, pues está claro que somos lo otro. Se trata de serlo lo menos posible.
Todos colaboramos con él
Es difícil vivir sin hacer tratos con él (sin usar los servicios bancarios, pagar impuestos, comprar a multinacionales, leer la prensa,...).
Se trata de hacerlo siendo conscientes de ello (para poder evitarlo cuanto podamos).
Con cada mentira (falsedad) que creemos, le apoyamos
Cuando creemos que existe el bicho, que las PCR lo detectan, que los gobiernos están a nuestro servicio, que somos perfectamente santos, que no tenemos culpa de nada,...
En cada una de nuestras contradicciones, hay una parte que le apoya
Cuando queremos los mejores productos ecológicos pero no queremos ni saber cuál es su precio justo. Con la segunda parte apoyamos al Demonio, perjudicando al productor.
Cuando queremos la mejor educación en casa y queremos pagar muy poco al profesor. Etc.
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Acabo de publicar unos libros muy interesantes sobre el cielo y el ángel de la guarda, de sacerdotes de principios del siglo XX. Tienen reseñas de los mismos en esta página de mi otra web |
Rezar el Rosario (mejor en latín) es el principal recurso que nos queda.
Estas páginas son apuntes que pueden contener errores de un servidor y se van mejorando con el tiempo y la gracia de Dios.
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