Hay gente que dice que lo que sale de las fábricas son productos químicos, y que eso no puede ser un alimento.
¿Qué sale de fábricas?: pues el azúcar, la sal refinada, la fructosa,...
(La fructosa no se fabrica a partir de fruta, sino a partir de maíz)
Deje por un tiempo el azúcar y todos los productos que lo contienen (ya diga azúcar como sacarosa, glucosa, dextrosa, fructosa,...). Se sorprenderá de encontrarlo en casi todos los productos elaborados (en México, por ejemplo, casi todos el pan que venden en supermercados lleva azúcar).
En el comportamiento de sus hijos, en cómo es la regla (menos dolorosa), el acné,...
Si se convence de lo beneficioso que es librarse del azúcar y
decide dejar de tomarlo completamente, recuerde lo beneficioso que es
romper de vez en cuando nuestras determinaciones, y de vez en cuando,
darnos un capricho y tomar algo azucarado.
Podemos aprovechar
cuando vamos a ver a nuestra abuelita que nos ha preparado una tarta
con mucho azúcar y mucho cariño. En esos casos, no sólo tomamos un
trozo, sino que repetimos.
Entre todo lo que conviene dejar de tomar en forma refinada: (harina, arroz, sal, aceite,...) los más importantes con diferencia son el azúcar y la sal refinada.
Es relativamente sencillo encontrar harina y arroz integral, sal marina,... y durante miles de años los hemos tomado.
No así el azúcar:
Y la Iglesia no nos pudo advertir contra él porque no existía en
tiempos de Cristo. Tampoco en tiempos de los padres de la medicina:
Galeno (siglo II), Hipócrates (siglo V a.C.), Paracelso (Suiza, en
el siglo XVI). No ha sido un producto común hasta que los persas lo
empezaron a elaborar hacia el siglo VII.
Y no ha sido tan
refinado (blanco) hasta principios del siglo XIX.
No por nada países como Singapur han prohibido la venta de bebidas azucaradas en sus colegios.
Puede sustituir el sabor azucarado por miel de calidad, uvas pasas, plátanos fritos o dátiles (mates, sin bañar con jarabe de glucosa).
Más fácil todavía:
Puede utilizar 'panela', 'piloncillo', que es el jugo
deshidratado de la caña de azúcar, sin más tratamiento. Se puede
adquirir en dos presentaciones: como polvo o como 'tableta de
turrón'. (En el segundo caso hay que disolverlo metiéndolo unas
horas en agua). Tiene color marrón oscuro.
Se encuentra en la
zona de comida mexicana del establecimiento comercial más conocido
de España o en España en las tiendas de comida latina. Precio
aprox. 1,5 euros por tableta de medio kilo.
En México se
encuentra fácilmente y es más barato que el azúcar refinado.
Análisis comparativo de la composición del azúcar refinado,
moscabado y panela:
Documento fuente aquí.
Que yo no note nada no quiere decir que no esté perjudicando al cuerpo.
Puede que yo sea joven o fuerte y pueda agredir a mi cuerpo y soportar el golpe.
Puede que yo tenga dolencias que no crea que estén relacionadas con el azúcar, pero generalmente el azúcar las facilita.
Puede que yo tenga dolencias que considere 'normales para mi edad': quizá vea como 'normal' enfermar cada vez más con la edad.
Los automóviles que funcionan con gasolina o gasoil, lo toman de un depósito poco a poco, lo filtran, a veces lo calientan, lo pulverizan al meterlo en la cámara de explosión y allí lo hacen explotar en unos momentos muy precisos. Esa explosión hace que se mueva un cilindro que luego mueve un eje, que mueve unos engranajes, hasta así hacer girar las ruedas.
Es decir, se mueven por muchas muy pequeñas explosiones (30 por segundo) producidas de forma muy controlada en potencia y en momento.
Si explotamos cartuchos de dinamita al lado del coche también se moverá, pero no como queremos, porque el auto no sabe aprovechar la fuerza de esas explosiones.
Cuando comemos patatas, el cuerpo las acaba transformando en glucosa que almacena en el hígado para usarla en la cantidad justa necesaria en el justo necesario momento (de forma tan controlada a como el auto usa la gasolina).
Si metemos en el cuerpo una gran cantidad de glucosa (en forma de azúcar, fructosa, sacarosa, etc.), esa glucosa es directamente utilizable por todas las células, pero casi seguro que no la han pedido ni en esa cantidad ni a ese ritmo. No saben qué hacer con tanta glucosa. Más bien les molesta a su actividad normal. Intentan consumirla con una actividad frenética, pero que "no viene a cuento", no es la conveniente en ese momento (¿niños hiperactivos, que no hay manera de que se duerman?).
Nuestro cuerpo está hecho para trabajar de una manera: comiendo cosas más o menos naturales: patatas, pan, arroz, maíz, carne, pescado, fruta,... no para comer productos químicos (que salen de grandes fábricas, elaborados con grandes temperaturas, o utilizando otros productos químicos en su elaboración).
Estamos habituados / resignados a beber refrescos en vez de zumos de fruta natural.
Pero, ¿qué diríamos si, cenando en un restaurante nos
trajeran, en vez de una botella de vino, una botella con una mezcla
de agua, alcohol y colorantes, fabricada en una industria?
El
camarero nos podía decir lo mismo: ¿qué es el vino, más que agua,
alcohol y unas sustancias que le dan color?
¿Por qué no aceptamos un vino artificial, hecho en una industria y sí un refresco?
Sugar Blues. (está en español)
Es el libro clásico de este tema.
Ameno, explica cómo todas las epidemias se han producido entre gente que tomaba alimentos refinados: en las ciudades, en los buques de guerra y expedicionarios; no en el campo, entre la gente pobre.
Explica la historia del azúcar y cómo fué una importante fuente de impuestos.
Es un libro difícil de encontrar en librerías. Puede conseguirlo en formato electrónico en internet.(en español o también en inglés)
Conozco una persona que, de niño, participó en su colegio en un concurso literario organizado por una conocida marca de bebidas azucaradas. Como consiguió la mejor posición en su clase, fue, junto a otros cientos de niños, a una gran sala de actos donde se desarrolló la ceremonia de los premios finales. Le llamó la atención que, en ningún momento de ese acto: entrada, descanso, salida, les dieron bebidas de la empresa patrocinadora. Probablemente la causa no fuera económica (ahorrarse unos cientos de litros de bebida), sino que... varios cientos de niños reunidos en un salón de actos después de haber tomado una bebida muy azucarada hubieran sido totalmente ingobernables.
Para ayudar a reequilibrar el cuerpo de los daños causados por el azúcar, puede tomar agua de mar, como se explica en el libro "Beber agua de mar". Pueden descargarse los primeros capítulos y ver un vídeo de presentación.
Acabo de publicar unos libros muy interesantes sobre el cielo y el ángel de la guarda, de sacerdotes de principios del siglo XX. Tienen reseñas de los mismos en esta página de mi otra web |
Rezar el Rosario (mejor en latín) es el principal recurso que nos queda.
Estas páginas son apuntes que pueden contener errores de un servidor y se van mejorando con el tiempo y la gracia de Dios.
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